Los atentados contra el diario satírico Charlie Hebdo han llevado a la opinión pública a replantearse el debate de los límites de la libertad de expresión. A priori, podríamos pensar que en el mundo occidental una incuestionable mayoría defendería sin cortapisas el derecho a opinar lo que cada cual considere adecuado. Sin embargo, un importante número de voces, tanto públicas como anónimas, se han expresado -libremente- contra un libertad de expresión sin límites.
Libertad de Expresión Lib. movimiento
censura restricciones económicas
miedo limitación por nacionalidad
ofensa
Sin duda, podemos plantearnos una serie casos y dirimir si el mal gusto, la ofensa o la mentira pueden ser regulados. Pero ¿Quién podría hacerlo?
Paralelamente podríamos citar el debate entre intimidad y vigilancia. Los estados vigilan cada vez más los movimientos de sus ciudadanos (cámaras de vídeo vigilancia en zonas públicas, registro de conversaciones telefónicas o actividad en medios sociales...)
Ahora, imaginemos que hay una guerra y el mundo como lo conocemos deja de existir. La sociedad resultante ha decidido agrupar a las personas en cinco facciones que tratan de erradicar los males que les llevaron a la guerra: quienes culpaban a la agresividad, crearon Cordialidad; los que culpaban a la ignorancia, se agruparon en Erudición; Verdad surgió de aquellos que estaban en contra del engaño; contra el egoísmo se fundó Abnegación, y contra la cobardía, Osadía. A los dieciséis años, los chicos deben hacer una prueba que determinará a cuál de las cinco facciones pertenecen; Beatrice Prior decide abandonar su facción (Abnegación) pues no sabe si es lo suficientemente altruista como para dedicar su vida a los demás. La difícil elección de Beatrice marca el inicio de la historia.
Ahora, imaginemos que hay una guerra y el mundo como lo conocemos deja de existir. La sociedad resultante ha decidido agrupar a las personas en cinco facciones que tratan de erradicar los males que les llevaron a la guerra: quienes culpaban a la agresividad, crearon Cordialidad; los que culpaban a la ignorancia, se agruparon en Erudición; Verdad surgió de aquellos que estaban en contra del engaño; contra el egoísmo se fundó Abnegación, y contra la cobardía, Osadía. A los dieciséis años, los chicos deben hacer una prueba que determinará a cuál de las cinco facciones pertenecen; Beatrice Prior decide abandonar su facción (Abnegación) pues no sabe si es lo suficientemente altruista como para dedicar su vida a los demás. La difícil elección de Beatrice marca el inicio de la historia.
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